Por qué es importante mantenerse hidratado
El agua es esencial para el funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo. Es el componente principal de nuestras células, órganos y tejidos, y juega un papel vital en numerosas funciones corporales. Desde regular la temperatura corporal hasta lubricar las articulaciones y transportar nutrientes, el agua es un elemento clave para mantenernos saludables.
Sin embargo, muchas personas no están conscientes de cuánta agua necesita su cuerpo y los beneficios de mantenerse bien hidratado. En este artículo, exploraremos cuánta agua debe beber una persona diariamente, cómo calcular tus necesidades específicas de hidratación y algunos consejos prácticos para asegurar que te mantengas bien hidratado a lo largo del día.
Cuánta agua necesitas diariamente
La cantidad de agua que necesita tu cuerpo diariamente puede variar según varios factores, como tu edad, peso, nivel de actividad física y clima en el que te encuentres. Sin embargo, existe una recomendación general para la ingesta diaria de agua que puedes seguir como punto de partida.
La National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine establece las siguientes recomendaciones:
Para hombres:
- Edades de 19 años en adelante: 3.7 litros (125 onzas) al día
- Edades de 14 a 18 años: 3.3 litros (111 onzas) al día
- Edades de 9 a 13 años: 2.7 litros (91 onzas) al día
Para mujeres:
- Edades de 19 años en adelante: 2.7 litros (91 onzas) al día
- Edades de 14 a 18 años: 2.3 litros (78 onzas) al día
- Edades de 9 a 13 años: 2.2 litros (74 onzas) al día
Estas recomendaciones incluyen tanto la ingesta de agua en forma líquida como el agua contenida en los alimentos que consumes. Si estás embarazada o amamantando, es posible que necesites cantidades adicionales de agua, por lo que es importante consultar con tu médico.
Recuerda que estas cantidades son solo un punto de partida y pueden variar según tus necesidades individuales. Si eres muy activo físicamente o vives en un clima cálido y húmedo, es posible que necesites beber más agua para compensar la pérdida adicional a través del sudor.