Las aguas de origen superficial, ríos, arroyos, lagos, etc. que son utilizadas en las zonas rurales para abastecer pequeños municipios, suelen ser ligeramente turbias. En la mayoría de los casos, la turbidez se debe al arrastre de materia en suspensión, arena, arcilla, limo, coloides (partículas muy finas debidas a la descomposición de hojas, cortezas o excrementos de origen animal) y que son conducidos hacia el depósito de almacenamiento de agua municipal sin ningún tratamiento.
Contamos con la mejor tecnología, lo que nos permite ofrecerles una solución a cualquier problemática:
Nuestra empresa ya ha solucionado este problema en muchos municipios, mediante la implantación de filtros automáticos de lecho alto con relleno de sílex-antracita, incluyendo un turbidímetro electrónico para garantizar la transparencia del agua en todo momento, como contempla la normativa en vigor.